
Desde pequeña me gustaba jugar con unos angelitos de Lladró que mis padres tenían en el mueble del salón, ahí empezó mi gusto por los Ángeles.
Fui una niña alegre, soñadora, algo tímida y sobre todo creativa.
Estudié en la Escuela de Artes Aplicadas, pero al final mi camino cambió y me encaminé al Mundo Energético y del Tarot y sobre todo me dediqué a ayudar a quien lo necesite a través de mi experiencia y mi aprendizaje.
En la actualidad estoy casada y tengo un hijo adolescente.
Un abrazo de Luz.
María del Mar Jiménez